Origen de la mala suerte por derramar sal

Origen de la mala suerte por derramar sal

La sal es un bien que se ha venido utilizando desde tiempos inmemorables, desde las culturas más antiguas como los romanos y griegos. En la actualidad es casi una obligación tener sal en nuestras cocinas, pues su uso más común es el de condimentar las comidas, pero esto no siempre fue así. Un dato curioso sobre la sal es que esta se utilizaba para pagar a los soldados romanos y se le llamaba Salarium, de allí proviene la palabra Salario.

Dependiendo a quien se le pregunte se puede definir si la sal es de mala suerte o de buena suerte, esto debido a que en algunas culturas la sal es símbolo de buena suerte. Caso contrario a las culturas provenientes de Europa y América Latina, donde se cree rotundamente que si se llega a derramar sal es de mala suerte.

¿De dónde proviene que derramar sal es de mala suerte?

Al trasladarnos al imperio romano, donde se consideraba que la sal era un bien costoso, pues la única manera de llegar a ella era a través de los intercambios o trueques. Al ser también un producto que muy pocos poseían, que se derramara era visto como un gran infortunio.

Una teoría que ya lleva muchos años rondando sobre porque derramar sal es de mala suerte, se debe a la religión católica, más en concreto a la popular escena de la última cena. Se comenta que justo antes de que Jesús de Nazareno fuera traicionado por Judas, fue este quien con su codo llego a derramar sal en la mesa, dando a entender así que se avecinaba algo catastrófico. De allí que la gran superstición de derramar sal anuncie un mal augurio.

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Antiguamente, al no existir lo que hoy conocemos como refrigerador, era la sal la que se usaba en grandes cantidades para poder preservar los alimentos en buen estado. Haciendo ver así que si se derrochaba era visto como una precariedad y que esto no debería volver a suceder.

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Varias culturas creen que al dejar caer sal al piso y profanarla también se estaría produciendo un aura de mala suerte, así que para deshacerse de esta debían de trazar una línea con sal en la puerta de su casa.

En la actualidad podemos observar que muchas personas afirman que derramar sal es el equivalente a invocar a los demonios y que para poder contrarrestar esto se debe de esparcir un poco de sal en el hombro izquierdo. Tanto así que ya existe una frase muy popular para expresar cuando esto sucede la cual es “estar salado” pues hace referencia a que se viene arrastrando una cadena de sucesos inoportunos.

Pero no todo tiene por qué ser mala suerte, ya que en la cultura japonesa la sal representa un símbolo de buena suerte. Siendo incluso utilizada por los grandes luchadores de sumo antes de cada combate.

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